¿Quién es Claudia Goldin?
Este año, el premio Nobel fue otorgado a Claudia Goldin, economista estadounidense y profesora de la Universidad de Harvard. La razón por la cual obtuvo tal distinción se relaciona con sus estudios sobre la inserción de las mujeres en el mercado laboral.
Sus hallazgos nos permiten conocer razones que explican las brechas de género que aún persisten en los mercados laborales de todo el mundo, también, Goldin trabaja los cambios de las brechas a lo largo del tiempo.
La investigadora hace un recorrido histórico durante los últimos dos siglos respecto de la inserción de la mujer en el mundo laboral de Estados Unidos y pone de manifiesto las brechas. Por ello, la autora afirma que las mujeres participan menos en el mercado laboral y cuando trabajan, lo hacen durante menos horas y en ocupaciones peor remuneradas. Esta situación, entre otras, es la evidencia de la existencia del techo de cristal.
En su recorrido histórico detectó que, en la década del 40, las brechas se podían explicar a partir de dos causas: 1. menores niveles educativos de las mujeres y 2. un grado muy alto de discriminación. Así, los varones accedían a más cantidad de años de educación formal y por lo tanto tenían una mejor inserción laboral. Además, existía la discriminación explícita e implícita en contra del trabajo de las mujeres. Es necesario destacar que había regulaciones específicas que impedían la participación de las mujeres en ciertos espacios laborales, pero además las mujeres se enfrentaban a la discriminación proveniente de estereotipos de género y prejuicios que no estaban explicitados en normas.
Goldin, en su recorrido histórico destacó que, con el tiempo, estos factores dejaron de ocupar un lugar tan preponderante. Por un lado, las leyes discriminatorias fueron abolidas. Por otro, los niveles de educación y las elecciones ocupacionales de las mujeres se volvieron más parecidas a las de los varones. Sin embargo, a pesar de estos avances, las brechas de género en el mercado laboral aún persisten.
¿Cuáles son las razones respecto de la brecha que identifica Goldín?
Una de las grandes contribuciones de la autora ha sido mostrar que el principal cambio en el mercado laboral en el último siglo es la llamada “revolución silenciosa’: las mujeres vivieron una modificación en las razones para salir a trabajar: ya que, en una primera instancia, el trabajo femenino tenía que ver con las necesidades básicas, fundamentalmente la alimentación. En la siguiente etapa, la inserción laboral femenina tiene que ver con su identidad social. Es decir que hay una evolución del concepto de empleo al de ‘carreras laborales’.
Esta situación se ve claramente en la década del 70 en Estados Unidos y otros países desarrollados. Como consecuencia de esta transformación, aumentó la matrícula universitaria de las mujeres y ello se reflejó en mejora de saliros y aumento en la participación del mercado laboral. Para la autora, las mujeres que alcanzaron la edad adulta en las décadas de 1970 y 1980 tenían la expectativa de tener carreras laborales duraderas y, como resultado, optaron por invertir en una educación superior. Esto se combinó con un avance tecnológico de la década de 1960: la píldora anticonceptiva.
Éste impactó en una clara postergación del matrimonio y la reducción en el número de hijos.
¿Qué sucede en nuestro país?
De acuerdo con los indicadores nacionales, las brechas en Argentina persisten ya que la participación laboral de las mujeres es 20 puntos porcentuales menor que la de los varones y, las que tienen empleo, ganan 25 % menos y trabajan en empleos de menor calidad, peor remunerados y en empresas menos productivas.
En este proceso, si las mujeres y los varones acceden a carreras laborales y además quieren tener una familia, quienes se encargan, mayoritariamente de los cuidados, son las mujeres que adecuan sus roles en el mercado laboral para sostener la crianza de los hijos. Es por ello que la maternidad implica un quiebre en las trayectorias laborales de las mujeres y abre una brecha entre géneros que no vuelve a cerrarse.
Por otra parte, los trabajos bien remunerados son muy poco flexibles y por lo tanto difíciles de conciliar con el cuidado de los hijos. De acuerdo con Goldin, “es justamente ahí donde se encuentra la llave para cerrar las brechas de género. Sostiene que la igualdad en el mercado laboral se podría alcanzar si se cambiara la estructura de los empleos y las remuneraciones de modo tal de no premiar las jornadas largas o el trabajo en horarios específicos” (Berniell. Et all, 2023)
Estas afirmaciones nos llevan a pensar que las brechas en Estado Unidos, tienen su reflejo en la Argentina, ya que la llegada del primer hijo abre brechas en las trayectorias laborales de varones y mujeres que no vuelven a cerrarse. Además, en el país, se suma la situación laboral de las mujeres que sufren mayores grados de informalidad o subocupación.
Para concluir, desde el Observatorio de Género, afirmamos que los estudios realizados por Goldin contribuyen significativamente para identificar las brechas de género y, además, este premio Nobel debería facilitar la conciencia de la existencia de las mismas y pensar estrategias para encontrar soluciones colectivas para erradicarlas.
Como plantea Berniell que, en palabras de la Academia Sueca: ‘reducir la brecha de género en el empleo y mejorar la asignación del talento femenino podría llevar a aumentos significativos en el PBI.
Bibliografía
BERNIELL, M. et all. (2023). Publicada en Ciencia Hoy, Volumen 32 número 188
GOLDIN C, 2006, ‘The quiet revolution that transformed women’s employment,
education, and family’, American Economic Review, 96 (2): 1-21.
GOLDIN C, 2021, Carrer and Family: Women’s century-long journey toward equity,
Princeton University Press.