Año 1857
El 8 de marzo de 1857, 150 mujeres murieron calcinadas en un incendio en la fábrica Cotton de Nueva York. Las trabajadoras fallecieron mientras protestaban por sus condiciones laborales.
Este hecho ocurrió durante una protesta de trabajadoras textiles que se manifestaban en las calles de Nueva York, para lograr que se mejoren las condiciones laborales que eran muy precarias. El dueño de una fábrica cerró las puertas y prendió fuego al interior del establecimiento para que las mujeres desistieran y abandonaran el lugar, pero no pudieron huir y murieron.
¿Cuáles eran las condiciones laborales en 1857?
Es importante destacar que el contexto social de la época era profundamente patriarcal, con roles de género muy definidos en el que las mujeres tenían poca o ninguna voz en la toma de decisiones políticas y económicas. La discriminación y la desigualdad eran generalizadas y consensuadas socialmente.
En relación con las condiciones laborales, las mujeres trabajaban largas jornadas en fundamentalmente en las fábricas textiles, con condiciones insalubres y peligrosas. Los salarios eran significativamente inferiores a los de los hombres, incluso realizando las mismas tareas. Además, no existían derechos laborales básicos, como protección contra el despido injustificado o licencias por maternidad.
Aún así, las mujeres de la época exigían reivindicaciones tales como igualdad salarial, reducción de la jornada laboral y mejores condiciones de trabajo. En síntesis, su lucha sentó las bases para el movimiento feminista y la defensa de los derechos de las mujeres.
2025
Avances y desafíos
Se han logrado avances en materia de igualdad salarial, aunque la brecha persiste en muchos sectores. En Argentina la brecha salarial en la actualidad es del 25%. No obstante, este fenómeno no sólo es propio del país, para poner un ejemplo interesante, la premio Nobel de Economía en 2023, Claudia Goldin, historizó la brecha en 200 años de historia de las mujeres trabajadoras de Estados Unidos y llegó a conclusiones tales como que ellas enfrentan dificultades para conciliar el trabajo con los cuidados. Por otra parte, los estereotipos de género afectan al desarrollo laboral de las mujeres. Además, la maternidad, coincide con un momento en el que la trayectoria profesional o laboral de las mujeres se estanca o disminuye. También existe una falta de corresponsabilidad social en las tareas de cuidado.
De este modo, en 2025 existen leyes y políticas que protegen los derechos laborales de las mujeres, como la licencia por maternidad y la igualdad de oportunidades, también han ganado terreno en puestos de liderazgo y en sectores tradicionalmente masculinos.
No obstante, estas conquistas, persisten las brechas, la violencia de género en el ámbito laboral sigue siendo un problema grave. Además, la discriminación y el acoso sexual persisten, especialmente en sectores precarizados. Por otra parte, la carga de las tareas de cuidado sigue recayendo desproporcionadamente en las mujeres, limitando sus oportunidades laborales.
También es importante destacar que la tecnología y la inteligencia artificial, están creando nuevos retos, en donde la mujer debe estar presente, para que la brecha de genero no se amplie y se eviten sesgos y estereotipos en los algoritmos de la IA.
En síntesis, las mujeres debemos continuar la lucha por la igualdad salarial plena, la erradicación de la violencia de género y la conciliación entre la vida laboral y familiar. Es necesario que haya una mayor representación femenina en puestos de liderazgo y en la toma de decisiones. También es necesario promover la creación de entornos laborales inclusivos y libres de discriminación.
Por último, si bien se han logrado avances importantes desde 1857, la lucha por la igualdad de género en el ámbito laboral aún no ha terminado. Las mujeres continúan enfrentando desafíos y exigiendo cambios para lograr un mundo laboral más justo e igualitario.