Este día se conmemora cada 25 de noviembre ya que se trata de una fecha fundamental en la agenda de los derechos humanos y también en los trabajos feministas. Este día fue instituido por parte de la Organización de las Naciones Unidas (ONU) en 1999 y se propuso restituir en la agenda la problemática de la violencia que persiste, y además conmemorar un caso estremecedor: el asesinato de las hermanas Mirabal durante la dictadura del dictador Rafael Trujillo en la República Dominicana.
Las Mariposas
Patria, Minerva y María Teresa Mirabal eran conocidas en el campo de la militancia como las mariposas. Sus historias permiten comprender la resistencia política al autoritarismo del dictador Trujillo y la precaria situación de las mujeres en sus tiempos. Finalmente llevó al asesinato de Minerva, Patria y María Teresa el 25 de noviembre de 1960.
En un contexto marcado por la represión sistemática, la proscripción de la disidencia y el control social ejercido por el régimen trujillista, las hermanas desarrollaron diversas formas de activismo político vinculadas con el Movimiento 14 de junio, una organización opositora clave que busca derrocar a Trujillo.
La dictadura detectó su participación como una amenaza, no sólo por su capacidad organizativa, sino también por el impacto simbólico de mujeres que desafiaban públicamente la autoridad patriarcal y estatal. Su asesinato, perpetrado el 25 de noviembre de 1960 por agentes del Servicio de Inteligencia Militar, fue encubierto como un accidente automovilístico, aunque rápidamente quedó claro que constituía un crimen político. La ejecución de las hermanas Mirabal tuvo un efecto catalizador en la resistencia social y aceleró el desgaste del régimen, que colapsaría definitivamente en 1961.
Transformación del hecho local en un símbolo internacional
A partir de la década de 1980, las organizaciones feministas de la Región promovieron el reconocimiento de la fecha del asesinato como un día que permitiera enfatizar la denuncia de la violencia contra las mujeres. El surgimiento las redes regionales de mujeres y la consolidación del feminismo como actor sociopolítico permitieron resignificar este hecho histórico como símbolo de las múltiples violencias ejercidas contra las mujeres en contextos tanto públicos como privados.
En 1999, la Asamblea General de la ONU declaró oficialmente el 25 de noviembre como Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, incorporándolo a la normativa internacional sobre derechos humanos y a los posteriores mecanismos de seguimiento. La elección de esta fecha constituye un reconocimiento explícito al rol político de las mujeres en la historia latinoamericana y al carácter estructural de la violencia de género.
La violencia contra las mujeres es una problemática estructural
La violencia contra las mujeres es un fenómeno multidimensional y sistémico, inserto en regímenes históricos de desigualdad de género. Se relaciona con agresiones físicas, sexuales, simbólicas, económicas e institucionales, y también prácticas naturalizadas que reproducen jerarquías de poder. Su persistencia se explica por el conjunto de factores culturales, socioeconómicos, jurídicos y políticos que favorecen condiciones de vulnerabilidad diferencial para las mujeres y diversidades.
Proyección contemporánea y desafíos pendientes
El 25 de noviembre no solamente se trata de un acto conmemorativo, también representa una estrategia política y pedagógica para impulsar una revisión crítica de las normas sociales y la implementación de los marcos legales vigentes. En este sentido, el legado de las hermanas Mirabal nos convoca a reflexionar acerca del vínculo entre memoria histórica, justicia y política.
Entre los desafíos actuales se incluyen la implementación efectiva de políticas públicas integrales, el fortalecimiento de mecanismos institucionales de protección, la mejora de los sistemas de registro y datos, la formación en perspectiva de género en todos los niveles educativos y la necesidad de transformar las representaciones culturales que sostienen la desigualdad.
Estadísticas recientes sobre la violencia contra las mujeres
En síntesis, la violencia estructural contra las mujeres, en el marco del patriarcado permite explicar, a pesar de que han transcurrido 65 años, por qué las hermanas Mirabal representaban una amenaza para el régimen de Trujillo: por un lado, su militancia interpelaba la dictadura política y por otro, desafiaban los estereotipos de género de la época. Además, los datos actuales sobre la violencia y los feminicidios ponen de manifiesto que, aunque haya avances en los marcos legales e institucionales, el problema persiste: cientos de millones de mujeres continúan sufriendo violencia. El patriarcado sigue vigente.